Qué hacer si la presión de los neumáticos varía mucho durante el viaje

El conductor preocupado vio lecturas de presión erráticas

La seguridad al conducir depende en gran medida del correcto mantenimiento de los neumáticos, y un factor crucial es la presión. Una presión inadecuada, ya sea demasiado alta o demasiado baja, puede afectar la capacidad de frenado, la estabilidad del vehículo y el consumo de combustible. Es común que la presión de los neumáticos cambie ligeramente con las variaciones de temperatura, pero fluctuaciones significativas durante un viaje pueden indicar problemas subyacentes.

Es importante entender que la presión de los neumáticos no es estática, y existen diversos factores que pueden influir en ella mientras se circula. Ignorar estas variaciones puede llevar a situaciones peligrosas, como el reventón de un neumático o la pérdida de control del vehículo. Este artículo te guiará sobre qué hacer si observas cambios importantes en la presión de tus neumáticos durante un viaje, ofreciéndote información valiosa para mantenerte seguro en la carretera.

Contenido

Entendiendo las causas de la variación de presión

La primera acción es comprender por qué la presión de los neumáticos puede fluctuar. El factor más común es la temperatura ambiente. A medida que el aire se calienta, se expande, lo que aumenta la presión del neumático. Por el contrario, al enfriarse, el aire se contrae, reduciendo la presión. Esta variación es normal y predecible, pero debe ser dentro de rangos aceptables.

Otra causa puede ser la altitud. Al ascender a zonas de mayor altitud, la presión atmosférica disminuye, lo que puede parecer que la presión del neumático ha aumentado, aunque en realidad sigue siendo la misma en relación con el aire dentro del neumático. Este efecto es más notable en viajes por montaña o en zonas con grandes diferencias de elevación.

Finalmente, las fugas son una causa preocupante de variación de presión. Pueden ser lentas, causadas por una pequeña perforación o un mal sellado, o más rápidas, como en el caso de un pinchazo. Detectar una fuga a tiempo es crucial para evitar daños mayores al neumático y garantizar la seguridad del vehículo.

Cómo monitorizar la presión durante el viaje

Para detectar variaciones significativas, es fundamental la monitorización regular de la presión. Utiliza un manómetro de neumáticos fiable para comprobar la presión de cada neumático antes de iniciar el viaje y durante paradas programadas, especialmente si recorres largas distancias o cambias de altitud. Asegúrate de que el manómetro esté calibrado correctamente para obtener lecturas precisas.

Considera la instalación de un sistema de monitoreo de presión de neumáticos (TPMS). Estos sistemas, cada vez más comunes en los vehículos modernos, proporcionan alertas en tiempo real si la presión de alguno de los neumáticos cae por debajo de un nivel predeterminado o experimenta un cambio brusco. Son una herramienta valiosa para la prevención de problemas.

No olvides tener en cuenta la referencia de presión recomendada por el fabricante del vehículo. Esta información se encuentra generalmente en una etiqueta en el marco de la puerta del conductor o en el manual del propietario. No infles los neumáticos a la presión máxima indicada en el neumático, ya que no es la presión óptima para tu vehículo.

Qué hacer si la presión disminuye rápidamente

Conduciendo a gran velocidad, la presión bajaba

Si observas que la presión de un neumático disminuye rápidamente, lo primero es detenerte en un lugar seguro, lejos del tráfico. No continúes conduciendo con un neumático desinflado, ya que esto puede provocar daños irreparables a la llanta y poner en riesgo tu seguridad.

Inspecciona visualmente el neumático en busca de objetos extraños, como clavos, tornillos o vidrios, que puedan haber causado una perforación. Si encuentras algo, intenta extraerlo cuidadosamente, pero no intentes reparar el neumático en la carretera si no tienes experiencia.

Llama a un servicio de asistencia en carretera o utiliza tu kit de reparación de neumáticos, si lo tienes, para reparar temporalmente el pinchazo y poder llegar a un taller. Recuerda que las reparaciones temporales son solo para emergencias y el neumático debe ser revisado y reparado o reemplazado por un profesional lo antes posible.

Qué hacer si la presión aumenta excesivamente

Una presión excesiva también es perjudicial. Si notaste un aumento repentino y significativo de la presión, especialmente en un día caluroso, reduce la presión del neumático hasta el nivel recomendado. Esto se puede hacer con la válvula del neumático. Sin embargo, es fundamental determinar la causa del aumento.

Si el aumento de presión no se debe a la temperatura, podría haber una obstrucción en la válvula del neumático, impidiendo que el aire escape. En este caso, es recomendable llevar el neumático a un taller para que lo revisen.

Evita conducir con neumáticos sobreinflados, ya que esto puede reducir el área de contacto con la carretera, disminuyendo la tracción y aumentando el riesgo de aquaplaning en condiciones de lluvia. Además, puede provocar una conducción más incómoda y un desgaste irregular de los neumáticos.

Conclusión

Monitorear la presión de los neumáticos de forma regular y comprender las causas de sus variaciones son prácticas esenciales para garantizar una conducción segura y eficiente. Ignorar los cambios significativos de presión puede llevar a problemas graves que comprometan la integridad del vehículo y la seguridad de sus ocupantes.

Recuerda siempre llevar contigo un manómetro de neumáticos fiable y estar atento a las señales de advertencia, como la disminución o el aumento repentino de la presión. Si tienes dudas o no te sientes seguro, busca la ayuda de un profesional. Tu seguridad en la carretera es lo más importante.

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